Qué bien que ya llegan las fresas! Decimos adiós a las frutas de invierno y damos la bienvenida a los albaricoques, las ciruelas, los melocotones, el melón, la sandía, las fresas…. que a tope con las manzanas y las peras eh, pero yo soy una chica de frutas (y ropa!) de primavera-verano.
También soy una chica de desayunos y si a ti también te gusta darte un buen homenaje en forma de tostadas por las mañanas, esta mermelada saludable de fresas que te traigo hoy es IM-PRES-CIN-DI-BLE.
Las mermeladas generalmente son muy altas en azúcares, sueles llevar 60-70gr de azúcar por cada 100gr de fruta, una exageración. Incluso las industriales que se anuncian como sin azúcar están petadas a edulcorantes e ingredientes de mala calidad.
Hace poco descubrí que usar semillas de chía era una manera de hacer mermelada saludable, así que en plena temporada de fresas, no se me ocurrió mejor plan. Queda riquísima, con una textura super agradable y sabe perfecta en unas tostadas integrales con mantequilla, o si me permites la sugerencia, con un poco de queso cottage o mantequilla de cacahuete! También puedes comerla en un bowl con yogur y granola 🙂
Esta mermelada sana de fresas no es tan dulce como las ultraprocesadas sino que sabe a fresa de verdad, suave pero con su puntito ácido. Si la quieres menos ácida, tendrás que regular la cantidad de endulzante a tu gusto.
INGREDIENTES, para 2 personas
- 500gr de fresas
- El zumo de 1 naranja
- 3 cucharadas de miel o sirope de arce (o en endulzante que elijas)
- 3 cucharadas de semillas de chía.
- Opcional: una vaina de vainillao unas gotas de esencia de vainilla.
MODO DE PREPARACIÓN
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Exprimir la naranja. Reservar. Limpiar bien las fresas y cortarlas en trozos pequeños.
- En una cazuela a fuego bajo, calentar el zumo de naranja junto a las fresas, la miel y la vainilla (esta última, opcional). Cocinar a fuego lento durante 10-15 minutos, removiendo constantemente con una cuchara de madera para que la fresa se deshaga.
- Una vez las fresas estén ya casi hechas puré, añadir las tres cucharadas de semillas de chía a la cazuela, remover, y dejar enfriar al menos 2 horas a temperatura ambiente.
- Transferir la mezcla a un tarro de cristal y conservarla en el frigorífico.
CONSERVACIÓN: 1 semana en el frigorífico, 3 meses en el congelador. Si crees que no la vas a consumir, siempre puedes hacer la mitad de cantidad.
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