Esta receta de tarta de zanahoria vegana es uno de los dulces más ricos que he preparado nunca. Lo sé, lo sé, el título del post es un poco pretencioso. Pero no lo pondría si no creyese que fuera verdad, te lo juro. La carrot cake es uno de mis postres favoritos y por eso he probado mil y un recetas hasta dar con esta que llevo preparando hace años y a la que soy adicta.
Quien la prueba se enamora al instante. Que se lo digan a todos aquellos que la han cocinado estos días conmigo por instagram.
Hace dos domingos, con motivos de este confinamiento por coronavirus, se me ocurrió que cocinar junto a vosotros por instagram podría ser una buena idea. Escribiros la lista de ingredientes a principio de semana y ponernos mano a la obra el finde para guisar unidos, aunque fuera cada uno desde nuestras casas. La primera receta que elegí fue precisamente esta tarta saludable de zanahoria porque por experiencia sé que gusta a todos. Y vaya si tuvo éxito en redes, aún hoy me siguen llegando fotos de todas esas carrot cakes que seguís haciendo. Y eso no me puede hacer más ilusión. Ella, sentimental.
Y porqué me flipa esta carrot cake? Pues porque es 100% sana:
- Es 100% integral.
- Se hace con copos de avena triturados así que si elegís unos que sean sin gluten puede ser una receta apta para celiacos.
- Lleva azúcar de coco en vez de azúcar refinado.
- No lleva ningún producto de origen animal.
Y te preguntarás, pero entonces qué lleva para estar tan buena como dicen? Sigue leyendo si quieres averiguarlo.
Ingredientes
- 1 lata de leche de coco
- 1 cucharadita de endulzante líquido (sirope de arce, miel, pasta de dátiles)
- 150 gr de zanahorias
- 50 gr de azúcar de coco
- 135 gr de avena molida integral
- 100ml de agua
- 50 ml de aceite de oliva
- 1 sobre de levadura química (tipo Royal)
- 1 pizca de sal
- 1 cucharada grande de canela en polvo
- Un puñado de nueces peladas (y unas pocas más para decorar)
- Opcional: unas gotas de esencia de vainilla.
Sustituciones
- La leche de coco es para hacer el topping de la tarta así que no se puede sustituir por ninguna otra leche vegetal, por su consistencia. Se puede utilizar un yogur griego espeso, queso de untar estilo philadelphia, mascarpone o nata montada. Eso ya dependerá del gusto de cada persona, pero la leche de coco es imprescindible.
- Para esta receta, por cuestiones de consistencia, yo recomiendo no utilizar un endulzante líquido (siropes, miel, pasta de dátiles…). En el caso de hacerlo, subir la cantidad de avena a 150gr.
- La avena molida integral que yo utilizo es la del paquete azul del Mercadona. La avena molida y la harina de avena no son lo mismo. Si tenéis copos de avena en casa podéis triturarlos vosotros mismos.
- La levadura química estilo royal no se puede sustituir por levadura fresca. De hecho, la levadura química o polvo de hornear no es más que un compuesto artificial que actúa con el calor, y la levadura fresca está viva y hay que dejarla fermentar. Si no tienes levadura química utiliza bicarbonato.
Utensilios
- Si quieres un buen molde rectangular este es una maravilla, porque es desmontable, como los redondos.
- Yo cocino todo a ojo, pero la pastelería es más alquimia que otra cosa y hay que ser preciso con los ingredientes. Para ello, lo mejor será hacernos con una báscula como esta.
Modo de preparación
1-. Meter la lata de leche de coco en el frigorífico la noche anterior o un par de horas antes de empezar a cocinar. El frío hará que se separen la parte sólida y la parte líquida de la leche de coco y a nosotros nos interesa quedarnos con la sólida para hacer después una nata que irá como topping.
2-. Precalentar el horno arriba y abajo a 180 grados.
3-. Pelar las zanahorias y rallarlas.
4-. Poner todos los ingredientes menos la leche de coco y el endulzante líquido en un bol y mezclar bien.
5-. Engrasar un molde rectangular con un poquito de aceite y verter la mezcla. Hornear 30 minutos a 180 grados.
6-. Mientras tanto, sacar la lata de leche de coco del frigorífico, poner la parte sólida en un bol, añadirle la cucharadita de endulzante líquido, batir un poco con unas varillas y reservar.
7-. Cuando la tarta esté [IMPORTANTE] completamente fría, añadir el topping de la nata de coco por encima y decorar con unas pocas nueces.
Conservación: la tarta dura unos 5 días bien envuelta en film en el frigorífico. El topping no quedará tan bonito como el primer día pero eso no interfiere en absoluto a su sabor.
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