Esta es la historia de mi segundo viaje a la India, pero también es la historia de la primera vez que cogí mi maletita y me fui sola tan lejos. Llevaba años aplazando esta aventura con la que tanto soñaba por puro miedo. Todos los veranos en plena temporada alta de mi trabajo me prometía que en noviembre cogería un avión a algún país exótico, pero cuando llegaba la hora de la verdad me ponía mil excusas para no hacerlo. En junio de 2019 por fin compré un vuelo a Delhi, ya no había marcha atrás.
La India es un país del que me enamoré seis años atrás, cuando en tercero de carrera estuve allí durante un programa formativo que duraba tres meses. Dicen que no hay que volver a los sitios donde uno fue feliz, o que el mundo es demasiado grande y es mejor conocer sitios nuevos que repetir destino, pero yo no hago ni caso a estas afirmaciones. Desobedezco constantemente. He vuelto a Berlín, he vuelto a Nueva York, he vuelto a Brujas, a Londres, a Lisboa. Cómo no iba a volver a mi querida India.
Mi itinerario por el país empieza en Delhi para después seguir por Agra, Jaipur, Rishikesh y terminar mis días tirada en una playa de Goa. Quiero dedicar un post a cada destino y aquí va el primero de ellos: mis días por la capital de la India.
INTERNET
Si llegas al país a una hora prudente, durante el día, fuera del aeropuerto hay compañías telefónicas como Airtel en las que puedes comprar una tarjeta SIM india con 4g y datos ilimitados por un precio irrisorio (menos de 10€). Pero yo llegué a las 3 de la mañana y claro, todo estaba cerrado. Afortunadamente ya había previsto la situación y había pedido una tarjeta SIM a casa unos días antes.
Así que cuando el 29 de octubre aterricé en Delhi a las 3 de la mañana y vi que allí no había nadie con un cartelito con mi nombre esperándome para llevarme al hotel, pude ser resolutiva y llamar a la compañía donde lo había contratado, a mi alojamiento y avisar a mis amigos/familiares de cómo estaba en cada momento para sentirme acompañada y dejarlos más tranquilos.
HolaFly es una empresa española que te facilita tarjetas SIM de distintos países para que navegues desde cualquier parte del mundo a alta velocidad, podéis cotillear su web aquí. La tarifa de la India es la más cara, son 47€ para 15 días, y sinceramente no merece la pena si llegáis durante el día y podéis contratar una tarjeta SIM con una compañía local en el propio aeropuerto. Pero yo lo volvería a pagar una y mil veces porque cuando llegué, sola y de madrugada, fue lo que me hizo sentir segura.
ALOJAMIENTO EN DELHI
Tobo Stays 4€/noche
Al viajar sola lo que más palo me daba es precisamente pasar mucho tiempo sola, así que tenía claro que el tipo de alojamiento que iba a elegir era un hostal, para poder coincidir con viajeros en la misma situación. Después de investigar por diferentes webs de reservas concluí que lo mejor era alojarme en un barrio residencial lejos del bullicio del centro de la ciudad y di con el hostal ideal. Me alojé en un hostalito familiar que se llamaba Tobo Stays en el barrio Greater Kailash, uno de los más recomendados, en el que estuve super a gusto.
Delhi, con sus 19 millones de habitantes, es la metrópoli más poblada de la India, la quinta ciudad con más habitantes del mundo. Si tenemos en cuenta que tan solo el País Vasco entero tiene 2 millones, la comparación es de locos. Las distancias entre puntos turísticos, restaurantes que tenía fichados, alojamientos y demás era inconmesurable, así que intenté elegir el hostal también en base a eso. Tenía como mucho media hora en taxi / uber hasta la zona más lejana, incluyendo el aeropuerto. Todo genial.
El staff del hostal es encantador. Al ser un negocio familiar hay un rollo muy cercano y te hacen sentir integrado desde el primer día. Si es la primera vez que viajas a la India probablemente sientas un shock cultural bastante grande, pero en Tobo Stays te vas a poder sentir como en casa. Lo que más me gustó es el ambiente que había, su terraza para tomar una cervecita cuando caía el sol y conocer a gente de todo el mundo, y cenar alguna de las delicias caseras de la cocinera, madre de la recepcionista.
COMER EN DELHI
La gastronomía india la amas o la odias. Para mi es espectacular. El paraíso de las especias, el street food, los fritos, los masalas, los currys y el picante.
El thali es la mejor manera de introducirse de pleno en la cocina de este país, pues es una especie de plato combinado compuesto por diferentes recetas indias. Por norma general se sirve en una bandeja plateada y en los sitios más humildes siempre lleva arroz, chapati (tortilla de pan hecha con harina integral), dhal (lentejas amarillas) y un par de preparaciones de verduras con especias. Es super completa y una buena muestra de lo que este país tiene para ofrecer en términos gastronómicos. Suele costar como 2-3€.
El sitio que recomiendo para comer se llama Rajasthali, que es un restaurante “pijo” donde comerlo. Te va a costar el doble, pero la experiencia va a ser increíble, todo un festín de las mejores recetas indias con al menos 10 preparaciones diferentes. Puedes echar un ojo a su página de Google para saber de lo que te hablo.
Si quieres probar comida callejera pero pasarte en el baño las siguientes 48h te da un poco de cague (nunca mejor dicho), te recomiendo hacer un street food tour por la parte antigua de la ciudad, Old Delhi.
Yo no me quise arriesgar a ir por mi cuenta y perderme por allí, así que contraté a JD para que me llevase a los mejores puestos de comida y me pasease por el mercado de especias. Gracias a las paradas que él eligió pude descubrir establecimientos super especializados con más de 150 años de historia y pude probar samosas super crujientes, el mejor lassi de Delhi, un chai super especiado y muchísimas más cosas. Él asegura que su tour es 100% libre de futuras gastroenteritis y yo os lo garantizo por experiencia propia.
El tour cuesta 23€ y lo contraté aquí a través de AIRBNB, os dejo un descuento de 9€ para experiencias a través de este enlace.
Las cenas siempre las hacía en el hostal porque la chica cocinaba genial y porque no me apetecía salir sola de noche.
QUÉ VER EN DELHI
En cuanto a los sitios que recomiendo visitar en Delhi he obviado los más típicos como el fuerte rojo, la tumba de Humayun o el Qutab Minar. Supongo que si habéis consultado TripAdvisor, algún blog de viajes o la super útil Lonely Planet, tendreís una idea de los lugares imprescindibles de la ciudad. Lo que yo quiero recomendaros son sitios o actividades un poco diferentes al recorrido habitual.
LODHI ART DISTRICT
Si eres fan del arte urbano apúntate este sitio en la lista, no me cansaré de recomendarlo. El Lodhi Art Distric es un barrio residencial con más de 50 murales en sus fachadas hechos por artistas locales e internacionales sobre cuestiones ambientales (Delhi es la ciudad con el aire más tóxico del mundo), cuestiones sociales que ponen en entredicho la cultura y los valores tradicionales, graffitis sobre comunidades marginadas y vulnerables en el país como la LGTBIQ… etc.
El Str+Art India Foundation es una organización sin animo de lucro que trabaja para regenerar barrios a través del street art y Lodhi es el primer proyecto que empezaron, en 2015. Es muy fácil visitarlo por tu cuenta, con localizarlo en google maps, pedir un uber hasta allí y callejear, lo tienes hecho.
CURSO DE COCINA EN DELHI
A través de la Lonely Planet (imprescindible!) conocí Saffron Palate, que aparece en la guía como una de las cosas imprescindibles para hacer en el país. La verdad es que supongo que por deformación profesional, me encanta contratar este tipo de experiencias cuando viajo. Una de las mejores formas de conocer un país es mediante su gastronomía, sus sabores y costumbres entre fogones.
Neha, la chef-profe, vive en una casa con terraza super agradable donde tiene una cocina chulísima para enseñarte a cocinar las recetas indias más típicas. Los grupos no suelen ser muy grandes así que todo el mundo tiene opción de cocinar paso a paso durante todo el proceso. En mi caso fuimos una pareja estadounidense y yo, así que tenía mis propios fuegos, utensilios e ingredientes y cociné todo solita.
Suele cambiar el menú a menudo, en nuestro caso hicimos tres panes diferentes (chapati, paratha de queso y paratha rellena de patata), un Biryani (arroz especiado), Kadhai Chicken (una especie de lo que aquí llamaríamos pollo al curry), Chana Masala (garbanzos en salsa) y Zeera Aaloo (patatas salteadas con comino).
Después de cocinar se come todo el menú y al final te regala un librito con muchas recetas y te da a probar algún postre local. Puede que la experiencia a priori, para ser india, te parezca cara (son 55€) pero te aseguro que merece muchísimo la pena.
TOUR POR CHANDNI CHOWK EN BICICLETA
Chandni Chowk es el barrio antiguo de la ciudad de Delhi. Si quieres experimentar India en vena, la intensidad, los olores, los ruidos, la masificación y los tuk-tuk esquivando a vaca tienes que ir allí. Y si quieres experimentarlo con el pack inmersión total, puedes visitarla en bicicleta. Sé que a priori acojona, pero hazme caso, es una experiencia increíble.
Spin Monkey organiza tours para pedalear por este caos maravilloso. Lo hace saliendo bien temprano (la excursión comienza a las 6.00 de la mañana) para evitar las masas de gente y tráfico que se empiezan a formar a media mañana.
Te van a llevar a desayunar dos veces (ñami!), te van a enseñar la terraza del mercado de las especias que es espectacular (haz el curso de cocina previamente para saber cuales comprar :P) y conocerás todos los recovecos interesantes de las laberínticas calles del barrio antiguo.
Puedes contratarlos aquí y en este otro enlace tienes un descuento de 9€ para experiencias de AIRBNB.
CÓMO MOVERSE POR LA CIUDAD
Delhi tiene un sistema de metro que funciona super bien, yo lo cogí una vez que me coincidía por ubicación y horario y es como cogerlo en Bilbao, pero la mayoría de veces utilicé Uber o su equivalente indio, Ola. Podéis contratar motos, tuk-tuks o coches y los viajes son indecentemente baratos (2-3€ por 20 minutos de viaje).
Los primeros días del viaje me sentía muy segura usando este tipo de transportes ya que están controlados por la app y tienen una pestaña de seguridad para dar la alerta en directo en el caso de que te sientas incómoda. No tuve que usar esa opción en ningún momento.
Cuando me sentí más segura ya paraba a tuk-tuks por la calle y negociaba el precio una vez visto cuánto podía costarme en la app.
En resumen, Delhi es un sitio que os recomendarán no visitar. Pasar cuanto menos tiempo posible en la ciudad para conocer otros destinos con más encanto. Yo discrepo muchísimo, Delhi mola mil. En el próximo post os hablaré de Agra y el Taj Mahal 🙂
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